Después
de casi cinco meses sin pescar, teniendo hasta telarañas en el kayak, he
retomado las actividades… ¡O eso espero!
“El Mono”
es tan fuerte, que hago caso omiso a los pronósticos del tiempo, y sin importar
el viento ni las olas, me dirijo hasta el muelle con mi gran compañero de
aventuras “kayakistas”, el gran Kike… (Que como yo, no hace caso a las
predicciones…).
Llegamos
al muelle, sacamos los kayaks del coche, todos los accesorios y complementos
inimaginables… (Incluyendo bricos dignos de “Jóvenes Emprendedores Científicos”)…
Nos
ponemos guapos (dentro de las posibilidades y limitaciones de cada uno) y nos
tiramos a la mar.
El colega
Angel, que no pudo ir en esta “aventura” nos saca una foto desde el muelle y
nos advierte: “Hoy no está muy bien el tema de la pesca… Y menos en kayak… Creo
q no van a conseguir pescar… Hace mal tiempo y ni los pescadores profesionales han
salido con los barcos… Vosotros están como una cabra… “ (entre otras cosas poco
animadoras…)
Pero ni
caso, “La envidia es mala”… jajaja Este quería salir con nosotros, pero como no
puede, nos echa agua fría… Vamos a pescar…
Resultado:
En menos de una hora estábamos en el muelle otra vez. Mucho viento, no nos
dejaba avanzar. Unas olas que casi me tiran del kayak. Kike no lo sé, pero yo tenía
“los huevos de corbata”… jajaja
Pues
nada… A casita Kike, “El Mono” y yo…
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