Otra Bicudita...

Una noche casi perfecta de pesca con los amigos. Si, casi perfecta. Buena compañía si teníamos, pero los pescados no daban las caras... Menos mal que teníamos cerveza para pasar el rato...

A las 23:30 me llama Ángel y nos pusimos de acuerdo... A las 00:00 ya estamos con las cañas en mano (y la cerveza en la otra). Luego, después de un par de “WhatsApps”, se incorpora el amigo Alejandro, que venía del trabajo, y listo, ya teníamos diversión hasta las 3 de la mañana.

La marea estaba bajando, pero aun quedaba un rato. El viento no ha dado las caras, así que estupendo, ni frío ni nada. La mar estaba como un plato. Allí estábamos los tres, Alejandro testando nuevos equipos (caña y señuelos). Ángel, que ha cogido por engaño una caña que no era... así que ha acabado pescando con algo semejante a una caña, que parecía estar echa en un programa de bricolaje para niños... jajaja Yo, como siempre, con mi modesto combo de caña y carrete de poquitos euros y mis señuelos chinos...

Ya casi a la hora de marchar, la caña de Ángel ya recogida y Alejandro mirando el reloj... Me pica algo. Algo de muy mala ostia. El “combo” da señales de vida. Tenemos algo cabreado allí abajo intentando tragar a mi “Shin Chan”. Aun no se lo que es, pero tengo que aflojar el freno del carrete porque algo allí abajo tira con mucha fuerza... Eso es, tengo bien enganchado a algo que no esta dispuesto a mirarme a los ojos. Después de una pequeña batalla (con este equipo hasta la carnada viva me da guerra) tengo delante mía una Bicuda cabreada pero agotada... Que guapa!

Pues eso, así ha terminado la noche, una Bicuda y nada mas. Eso si, en buena compañía.